miércoles, 1 de enero de 2025

Cuantización: un viaje en ascensor por el átomo

Cuantización: un viaje en ascensor por el átomo.





Imagina un edificio. En él hay varias plantas, una sobre otra, construídas verticalmente. No puedes detenerte entre ellas (salvo inoportuno imprevisto) ni tampoco puedes elegir aparecer en una en concreto al azar, tienes que pasar primero por otras, en un orden predeterminado. Pues esto es un átomo y las plantas son los niveles de energía donde los electrones pueden estar.


En el post Una biografía del átomo te contaba la evolución de la forma que se le atribuía al átomo según las ideas y conocimientos de cada época. Hoy se sabe que es mucho más complejo de lo que podría parecer. Y se sigue aprendiendo cada día, está lejos de ser un tema cerrado. Sin entrar en detalles matemáticamente escabrosos voy a intentar dar unas pinceladas acerca del modelo actualmente aceptado.

Aunque el modelo de Bohr explicaba bien el hidrógeno, fallaba en átomos más complejos. En 1926, Erwin Schrödinger revisó la idea: en lugar de tomar a los electrones como partículas que giran, propuso que eran ondas que se extienden por el átomo. Cada «nivel de energía» corresponde a una onda estacionaria que encaja de modo exacto dentro del potencial nuclear. Solo pueden existir aquellas ondas cuya forma resuene de manera estable. Las demás se anulan. Esto no es sencillo de asumir de primeras, no es algo intuitivo. A ver si con una analogía te ayudo a visualizarlo....

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José Luis Sampedro Ruiz.
Licenciado en Ciencias Químicas.

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